domingo, 13 de febrero de 2011

EPICURO, HEDONISMO

Epicuro nos habla de la felicidad como placer. Según él, se debe pensar en cómo lograr el mayor placer y evitar el dolor. Para ello hay que calcular qué placeres son más intensos y duraderos y cuáles tienen menos consecuencias dolorosas.
Todos podemos ser felices, pero a veces buscamos el modo equivocado; para elegir correctamente podemos ayudarnos de la filosofía. A menudo no entendemos nuestras necesidades y nos guiamos por los deseos, pero verdaderamente la felicidad no nos la proporciona el dinero, sino los amigos, la libertad y una vida bien analizada. Lo mejor según Epicuro es llevar vidas sencillas y no preocuparnos de lo que puedan pensar los demás; simplemente actuar de forma adecuada para lograr ser felices.
Diógenes, en el siglo II, levantó un muro porque quería ayudar a las personas a buscar la verdadera felicidad y no podía enseñar su palabra a todos porque eran demasiados, así que decidió grabarlo en un gran muro para que de esta manera todos lo pudieran leer su mensaje.
Pero en la actualidad, la publicidad nos hace pensar que no tenemos todas las necesidades cubiertas. Tenemos que aprender a distinguir la necesidad del deseo; ya que lo que hace la publicidad es sustituir necesidad por deseo. Para ello hay que descartar lo que no nos hace felices.

Todos los días encontramos nuevos anuncios que nos hacen pensar que necesitamos esos productos para ser felices. Y cada vez esa propaganda nos hace que interpretemos de forma más explícita el mensaje, tanto que a menudo son censuradas campañas publicitarias.
Un ejemplo bastante claro lo encontramos en este anuncio de Calvin Klein que ha conseguido estar en boca de todo el mundo. En Nueva York, ha aparecido en el Soho, uno de los barrios más liberales, pero ello no ha impedido que varias organizaciones familiares ya hayan protestado por el anuncio. Algunos viandantes ya lo han llamado “pornografía suave”, pero el caso es que como a tantas otras marcas, la estrategia les ha funcionado. 

Otro ejemplo también de Calvin Klein lo encontramos con los protagonistas de una campaña de ropa interior, donde aparecen el futbolista Freddie Ljungberg y la modelo Natalia Vodianova. Y aunque en nuestro país no pasó de ser una fotografía atractiva, en Suecia la campaña llegó a prohibirse por considerarse sexista.

Como podemos ver en ambas fotografías se juega con la sustitución del deseo por la necesidad; se hace pensar a las personas que para ser felices necesitan esa ropa. Pero ahora bien, a esas imágenes se le pueden incluir unas frases para hacer ver que no es necesario tener esos pantalones, ni esa ropa interior para poder ser felices. Y que si se los compran no les va a suceder lo mismo que a los de las fotos. Sería más o menos así:


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